lunes, 11 de octubre de 2010

Every-nothing (Rescoldos matutinos del llanto y la vida)


La vejez no se mide por la edad. EL TIEMPO ES RELATIVO. Y la vida se mide por las acciones, se mide en sentimientos, tal vez que tan grande sea tu alma, o el amor que sientas por alguien. Se mide por lo que se sufre también y los amaneceres que ves.
Media vida pasé viendo llorar y ahora les toca a ustedes verme a mí caer en esta grieta donde la muerte es la que se lleva el rol principal...
Me arrepiento las veces que no te dije cuánto te quería, porque tuve oportunidad de abrazarte y no lo hice. Ahora, veo tu cara en mi imaginación, veo tus manos bordando esas flores que serán mi niñez para siempre, y creo escuchar tu voz cantando junto con el sonido de los carros y los recuerdos llueven, incluso siento el olor de tu sangre y el viento frío de cuando me sentabas en tus piernas y jugabas conmigo. Sé con certeza que ahora no habrá más viento helado y canciones.
Absurdamente rápido la vida se me está llendo detrás de sueños bizarros. Y la realidad es tan simple, TAN SIMPLE. Y predecible.
Absurdamente rápido las dos se me fueron. Y yo me quedé aquí con mis palabras en la mente y en el alma, con los brazos caídos en un abrazo inexistente.
Harán falta.


En memoria de mi abuela Maria López y mi tía hermosa Marisela Arias.

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