miércoles, 4 de enero de 2012

He pasado noches frías extrañándote horrores, contando el tiempo (más por costumbre que por gusto) desde que caíste en ese sueño delicado que tanto miedo nos da, pero que ahora esperamos sólo para verte y abrazarte.

Mamá María, nunca pudiste ser mi abuelita, porque siempre te amé más de lo que me imaginé, y que -lamentablemente- me dí cuenta hasta que no estabas.

Quiero soñarte nomás porque quiero ver tu cara otra vez, quiero verte bordando flores, quiero verte sentada aguantando el calor de tu casa, quiero verte reír con el Sebas, con mi mami, quiero cortarte las uñas otra vez, quiero verte con el cabello envuelto en una bolsa de plástico porque te lo está pintando la Ceci, quiero sentarme a tu lado y abrazarte bien fuerte y decirte que te quiero y quiero hacerlo porque me falto darte un beso para que tu te fueras sabiendo a ciencia cierta que te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario