domingo, 30 de mayo de 2010


intento buscar lo que siento
cual es el sentimiento
por qué es tan díficil encontrar tus ojos con los míos
soñar que algún día serán míos.

intento reprimir ésta verguenza
pero aflora al final de cuentas
porque al oír tu voz
cada parte de mí tiembla.

sábado, 22 de mayo de 2010

no sé. nada más. desventura.

Es sorprendente como gira nuestra perspectiva y cambia nuestra forma de ser. O tal vez sólo es crecer.

Es más sorprendente ver, lo que una persona dice ser, pero al final siempre sale a flote tu verdadero ser. LA GENTE SOLO SE FIJA EN LA SUPERFICIE.


Es todavía más sorprendente lo que hacen algunos para VERSE, ser observados. Y aparte de ser sorprendente, es VERGONZOSO. También porque la mayoría de esta gente es la que más se queja de los que -verdaderamente- son diferentes.


Sólo observa a los demás. Mira su vestimenta, ESA GENTE NO SON MAS QUE MARCAS PEGADAS EN SU PIEL. Tener cierto tipo de ropa los hace más. Eso es lo que es más vergonzoso.


¿Me tiene que doler lo que esos clones digan? Ellos no son especiales. No son únicos, ni auténticos. Siguen a las mayorías (que lamentablemente son las mas escuchadas), porque buscan caer bien.


Sólo son una máscara. Casi sin sentimientos. Dicen tenerlos, pero sólo es una mascara de sentimientos. Esa gente no tiene el don de sentir. ¡SENTIR!, CON UN CARAJO. Pero ellos no entienden, no pueden llegar a comprender: su vacío los hace invulnerables a lo más bello. Su vacío hace que aflore el miedo a las personas diferentes, especiales. Los provoca a etiquetar.


No es que no siga a los demás: ME SIGO A MI MISMA.



miércoles, 19 de mayo de 2010

mientras el tiempo se come mis músculos
y mis huesos se debilitan,
y mis pensamientos cambian,
el dolor tomará una forma sutil
y la muerte me saludará de mano,
yo tomaré mis días primeros y últimos
para ser y no ser esta maldita carne que soy
y que está...

mientras el tiempo cambia el calor del sol,
y los colores y las sombras que permanecen en mis ojos,
trataré de ser mejor...

aunque el pesar me desmorone,
y deje de visitar esos lugares a los que solía ir,
jamás dejaré que este me mate.

cuando muera pagaré todo lo que hice,
y en mi lecho desearé que jamás seas como yo...

domingo, 16 de mayo de 2010


Voy viviendo de sueños.

Porque en mi sueños persistes.


Voy arrastrando una pena.

Porque es imposible probar tus labios.


Voy haciéndome pequeña.

Porque tu mirada me vuelve insignificante.


Un velo imaginario,

se come mis recuerdos...

Los distorsiona:

Encuentro díficil la distancia con la que acercabas tu cara al hablarme,

no preciso cuántas veces toque tus manos.

Ni cuanto duró la eternidad que tu voz se dirigió a mis -dichosos- oídos.


De tal forma fue que volví a caer.

Y ya no me puedo mentir a mi mísma,

te quiero...

sábado, 15 de mayo de 2010

Histerya.


La histeria (del francés hystérie, y éste del griego ὑστέρα, «útero») es una afección psicológica que pertenece al grupo de las neurosis y que padece el uno por ciento de la población mundial. Se encuadra dentro de los trastornos de somatización y se manifiesta en el paciente en forma de una angustia al suponer que padece diversos problemas físicos o psíquicos. En tanto que neurosis, no se acompaña nunca de una ruptura con la realidad (como en el delirio) ni de una desorganización de la personalidad. Técnicamente, se denomina conversión histérica.
El cerebro histérico no está enfermo, pero ciertas regiones son, manifiestamente, sede de una actividad anormal, y determinados circuitos parecen encontrarse transitoriamente bloqueados por una especie de parálisis funcional.
Los síntomas histéricos, de naturaleza física o psíquica, se manifiestan con un aspecto paroxístico, intermitente o duradero; frecuentemente, son reversibles. Destacan los trastornos motores, sensitivos y sensoriales.

Los trastornos motores son convulsiones o parálisis. Tradicionalmente, la crisis empieza por un aura, conformada por dolores abdominales, palpitaciones, sensación de atragantamiento y alteraciones visuales (ceguera parcial o completa). A continuación, se experimenta una aparente pérdida del conocimiento y en una caída controlada. Luego sobreviene la fase epileptoide, compuesta de paro respiratorio, tetanización, convulsiones y, finalmente, una resolución en forma de fatiga general y respiración ruidosa. Como fase final, se producen contorsiones (movimientos desordenados y gritos) y un periodo de trance, con remedo de escenas eróticas o violentas. El final de la crisis implica el retorno de la consciencia, acompañado de contracciones leves y expresión de palabras o frases inconexas relativas a temas pasionales.